Has terminado el examen. Has pasado semanas, meses o incluso años preparándote y por fin has soltado el boli. Y ahora… ¿qué? Empieza una fase especialmente complicada: la espera. Un momento lleno de incertidumbre, nervios y preguntas. Pero también una oportunidad para cuidar de ti y recuperar el equilibrio. Aquí tienes algunas ideas para afrontar este periodo de la mejor manera posible:
1. Date permiso para descansar.
Has dado lo mejor de ti. Ahora toca parar. Descansa sin culpa. Duerme más, ve esa serie pendiente, sal a pasear, desconecta del temario y reconecta contigo. Tu cuerpo y tu mente lo necesitan.
2. No te obsesiones con el examen.
Es tentador repasar cada pregunta una y otra vez, buscar respuestas en foros o compararte con lo que hicieron otros. Pero eso solo genera ansiedad. El examen ya está hecho y no puedes cambiarlo. Acepta que lo diste todo con las herramientas que tenías en ese momento.
3. Recupera tu vida personal.
Muchas veces la oposición se lleva por delante aficiones, relaciones o incluso tu tiempo libre. Es el momento de volver a disfrutar de lo que habías dejado aparcado. Recuperar tu identidad más allá de “persona opositora” es clave para mantener la salud mental.
4. Piensa a medio plazo.
¿Y si apruebo? ¿Y si no? Es normal que te hagas estas preguntas. Pero intenta no tomar decisiones precipitadas. Espera los resultados antes de planificar tu siguiente paso. Si necesitas trabajar mientras tanto, busca algo compatible con tu bienestar. Si crees que volverás a intentarlo, aprovecha para recargar pilas y revisar tu estrategia con calma.
5. Habla de lo que sientes.
La espera puede generar una montaña rusa emocional: ilusión, miedo, inseguridad… No te lo guardes. Habla con personas de confianza, con otros opositores o incluso con un profesional si lo necesitas. Expresar lo que sientes ayuda a soltar la tensión acumulada.
