Qué es y cómo combatir con éxito el síndrome del opositor.

Hablamos de síndrome del opositor para poner nombre al conjunto de síntomas que se observan en la gran mayoría de los opositores. Tener estos síntomas es algo absolutamente normal y esperable teniendo en cuenta la situación que los desencadena. Opositar es una decisión que implica un nivel alto de compromiso, responsabilidad, perseverancia y estar dispuesto a hacer muchas renuncias. Es el opositor el que tiene que buscar sus pequeños refuerzos positivos o motivaciones para que el día a día no se haga tan cuesta arriba. Sigue leyendo si quieres saber cómo puedes salir de él sin tener que abandonar.

¿Cuáles son estos síntomas?

-Dudar sobre uno mismo y sobre la elección de opositar:  Hay un estado de “insatisfacción crónica” que se alarga durante el periodo de oposición. Un sentimiento de culpa por no haber estudiado más o no haber estudiado mejor durante el día y dudas sobre si hemos tomado la decisión correcta.

-Estrés: Una oposición hace que el opositor se sienta sobrepasado y con la sensación de que no puede dar respuesta de manera satisfactoria a todo lo que la oposición le demanda. Esto es el estrés.

-Ansiedad o depresión: Por ejemplo, miedo a lo que puede llegar a pasar en un futuro. El opositor manifiesta un estado de preocupación constante. Anticipa posibles escenarios a los que se puede ver expuesto o momentos de gran desmotivación.

-Sentimiento de soledad: Un opositor pasa muchas horas solo, centrado en el temario y esto le puede provocar problemas debido a que se siente solo.

-Alteraciones en el estado de ánimo: En ocasiones, el opositor llega a renunciar a todo menos al estudio siendo esto un gran error. Esto hace que su estado de ánimo se resienta al no descansar, no disfrutar de tiempo de ocio, no ser capaz de desconectar, etc.

-Síntomas físicos o somatizaciones: Es común entre los opositores la aparición de síntomas físicos como  trastornos del sueño, digestiones conflictivas, episodios de palpitaciones, bruxismo ocasional, jaquecas o sensación frecuente de cansancio entre otras.

¿Cómo puedes combatir estos síntomas?

-Antes de empezar a estudiar dedica todo el tiempo que haga falta a planificar. Planificar tu calendario, tus jornadas, los materiales, el espacio de estudio: todo lo que vayas a necesitar.

-Reconoce que eres lo suficientemente valioso/a apruebes o no el examen.

-No es tan importante la cantidad de horas sino la calidad de las horas de estudio

-Ten en cuenta que no todos los días son iguales. Te irán pasando cosas en tu día a día que harán que tu rendimiento no sea siempre el mismo.

-Si has tenido un mal día o las cosas no te están saliendo hoy como tú tenías previsto, no significa que te esté yendo mal. Haz un balance general teniendo en cuenta todo el tiempo que llevas estudiando.

-Cuida tu cuerpo para mantener en forma tu mente: Aliméntate bien, duerme las horas necesarias y haz ejercicio. 

-No te juzgues, haces todo lo que puedes. Se compasivo/a contigo. 

-Ponte en contacto con gente que esté en la misma situación que tú, o que haya estado y esté dispuesta a asesorarte.

-Ten a mano un repertorio de ejercicios de relajación.

-Disfrutar de tu tiempo de descanso es tiempo ganado. No pienses que estás haciendo algo malo. Recuerda no pensar en las oposiciones durante este tiempo.

-No te creas todo lo que pasa por tu cabeza. Si tienes un pensamiento que te hace sentir realmente mal, no le hagas mucho caso porque seguramente sea un pensamiento irracional. 

-Cuando te veas pensando en renunciar recuerda confiar en ti y en todo el camino que llevas realizado.

-Aprobar el examen es lo urgente. Tienes que estudiar día a día para cumplir con ese objetivo. Pero no permitas que se te escape lo realmente importante de la vida.

-Comunícate todo lo posible con la gente de tu entorno para evitar malentendidos o sensación de aislamiento.

-Utiliza técnicas de estudio, te facilitamos algunas en nuestro Blog.

– Recuerda el día del examen no tener conversaciones sobre el mismo con los compañeros y no repasar el temario, te aconsejamos tener esquemas a mano que puedas echarle un vistazo rápido.  

Seguro que con estos consejos consigues vencer al Síndrome del Opositor y consigues llegar sano y salvo al día del examen y hacerte con tu ansiada plaza. ¡Te deseamos toda la fuerza del mundo! ¡Tú puedes con todo!

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