CÓMO CONTROLAR LOS NERVIOS EL DÍA DEL EXAMEN DE LA OPOSICIÓN

Cómo mantener la calma el día de un examen importante

Prepararse para un examen crucial, como el de una oposición, conlleva mucho más que estudiar el temario; también es fundamental estar listo mentalmente para el gran día. Aunque practicar en casa o en la academia puede ayudar, el verdadero desafío llega cuando te enfrentas a la prueba real. Aquí, los nervios pueden jugar un papel crucial, tanto para bien como para mal.

El objetivo no solo es dominar el contenido, sino ser capaz de demostrar ese conocimiento bajo presión.

Diferencia entre nervios y presión

Es esencial reconocer la diferencia entre estar nervioso y sentir presión. Ambos generan ansiedad, pero su impacto es diferente. Los nervios tienden a bloquearte, mientras que la presión te mantiene alerta y te impulsa a dar lo mejor de ti. En este sentido, la presión puede ser una aliada, ayudándote a rendir al máximo cuando lo necesitas.

Consejos para controlar los nervios antes del examen

Días previos:

  • Gestiona tus pensamientos: Evita el miedo a fallar y refuerza tu diálogo interno con afirmaciones positivas.
  • Pierde el miedo a no aprobar: Reflexiona sobre qué harías si no pasas el examen; elabora un plan alternativo. El mundo no se acaba.
  • Confía en ti mismo: Recuérdate el esfuerzo y sacrificio que has invertido en tu preparación.
  • Práctica la relajación: Realiza ejercicios de respiración consciente para mantener la calma.
  • Mantén mantras positivos: Repite frases que te motiven y te fortalezcan mentalmente.
  • Visualiza el éxito: Imagina el camino hacia tu meta, mantente concentrado en un recorrido que te inspire.
  • Planea el día del examen: Asegúrate de tener todo bajo control antes del examen, evitando situaciones imprevistas.
  • Aíslate del ruido externo: Mantén distancia de las personas que puedan desanimarte, escucha música relajante y evita llamadas o mensajes.
  • Mantén la calma antes del examen: Evita repasar el mismo día, y como máximo, revisa lo esencial la mañana anterior.

Durante el examen:

  • Concentración total: Aunque el examen puede tardar en empezar, mantén el foco en lo que tienes que hacer.
  • Controla tu mente: Cuando surjan pensamientos negativos, redirígelos hacia tus mantras positivos.
  • Encuentra un punto de calma: Mantén la vista en un objeto personal que te transmita tranquilidad y enfoca tu energía en él.
  • Respiración consciente: Usa las técnicas de respiración que has practicado para mantener la serenidad.
  • Comodidad física: Asegúrate de estar cómodo, tanto en tu postura como en tu entorno.
  • Evita errores comunes: No olvides detalles importantes como poner tu nombre, usar los materiales correctos y respetar las normas.
  • No cambies tus respuestas por nervios: Si has respondido una pregunta, confía en tu primera intuición.
  • Estrategia clara: Responde primero las preguntas que domines para evitar inseguridades, y no te atasques en las preguntas complicadas.

Después del examen:

  • Descansa: Si tienes más pruebas, date un par de días de descanso antes de continuar.
  • Prepara la siguiente etapa: Sigue estudiando sin obsesionarte con el resultado de la prueba anterior.
  • Acepta la presión: Es normal sentirse presionado después de un examen, pero utiliza esa presión para mantenerte activo y seguir avanzando.
  • Registra tu progreso: Analiza cómo llevas el temario. 

LA GESTIÓN DEL EXAMEN ES LA CLAVE. Y COMO SIEMPRE LA CLAVE ES EL CLAVO: Mantener la calma durante un examen puede marcar la diferencia entre aprobar o no. Controlar los nervios y saber gestionar la presión son habilidades que, junto con tu preparación, te ayudarán a dar lo mejor de ti.

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